El diario www.digital mdz.com publica todas las semanas un análisis político bajo el título general «Por el ojo de la cerradura». El texto que nos ocupa, entre otras muchas afirmaciones, señala un error de ortografía en un texto oficial. De acuerdo. El asunto es que la misma nota tiene varios errores, alguno de lesa ortografía, otros de escritura descuidada y debidos a falta de revisión (re-visar, volver a mirar), lo que de algún modo invalida lo que critica. Entonces, a la redacción de mdz le cabría el dicho «la caridad empieza por casa» o quizá mejor este otro: «ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio», y tantos otros refranes que aluden a lo mismo. Lo curioso es que la nota considera que escribir «isopado» en lugar de «hisopado» es un «imperdonable error». Quizá tan imperdonable puede ser ese error como escribir sin hache una forma del verbo haber: «ya se a reunido» (sic), como figura en la nota (ver imagen). Además: calificar de «imperdonable» algo te ubica en el lugar de juez, rol que el periodismo, pienso, debería evitar. Si lo analizamos bien, el error del texto administrativo oficial ocurre con una palabra que antes de la pandemia era poco usual y que se ha impuesto en los últimos meses. En cambio, escribir sin hache una forma verbal muestra cierto desconocimiento estructural del idioma. En síntesis, si bien cualquiera se equivoca, antes de marcar errores ajenos, si se pretende pasar por profesional o serio, hay que hacerse cargo al menos un poco de los descuidos propios.
(La nota completa puede leerse en https://www.mdzol.com/politica/2020/8/16/el-funcionario-que-teje-poder-en-las-sombras-tiene-una-venganza-guardada-bajo-el-brazo-98698.html)