«Muchas veces hemos separado el arte primitivo de los pueblos, del arte decadente de los estados e imperios. Y hemos visto que el primero siempre es universal y geométrico, y el segundo, imitativo. Finalmente, que el primero es un acto de fe del artista, que evidencia por él la creencia en un orden superior, al paso que el segundo, explotando lo hallado por el primero, sirve solo a la ostentación. Y ya no hay que decir que el alma del pueblo está en el primero».
Del libro Metafísica de la prehistoria indoamericana, de J. Torres-García. Montevideo: Publicaciones de la Asociación de Arte Constructivo, Montevideo, 1939, 50 p.